El control de esfínteres en la edad preescolar.
- Elisa L.O.
- hace 2 días
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Frecuentemente padres y madres de familia que inician la escolarización de sus hijos en el nivel preescolar preguntan: ¿Es necesario que mi hijo/hija haya dejado el pañal para poder ingresar al Jardín de Niños?
Para lograr el control de esfínteres en niños de 3 a 5 años, se debe esperar la madurez física, emocional y neurológica, y luego usar un proceso gradual que incluye reconocer las señales del cuerpo, usar el inodoro, pedir ir al baño antes de hacerlo y mantener el control durante períodos prolongados. Es fundamental crear un ambiente de apoyo, con refuerzo positivo de las acciones (halagos, no castigos), evitar la presión y la ansiedad, y utilizar herramientas como bacinicas, ropa fácil de quitar y calendarios de logros para motivar al niño.
Factores clave para el control de esfínteres:
Madurez física y neurológica:
El niño necesita la madurez de los músculos y el sistema nervioso para controlar la vejiga y los intestinos, lo que suele ocurrir entre los 2 y 4 años, aunque puede variar. Si tu hijo/hija ya brinca despegando sus pies del suelo y alterna sus pies para subir y bajar escalera, es una señal de madurez.
Capacidad de reconocer señales corporales:
Aprender a identificar la sensación de necesidad de orinar o defecar.
Habilidades motoras:
Poder bajarse y subirse la ropa, sentarse en el inodoro o la bacinica, y mantener el equilibrio.
Habilidades de comunicación:
Poder expresar las ganas de ir al baño, o al menos reconocer y comunicar que ya ha orinado o defecado.
Pasos para enseñar el control de esfínteres:
1. Observa los signos de madurez:
Asegúrate de que el niño muestre interés en el entrenamiento, como bajarse el pañal o pedir ir al baño.
2. Fomenta el uso del inodoro:
Comienza sentándolo vestido en el inodoro, y luego practica con ropa fácil de quitar.
3. Establece un horario:
Pregunta si quiere ir al baño en momentos clave, como al despertar, después de las comidas y antes de dormir.
4. Reconoce y refuerza el esfuerzo:
Celebra los logros, incluso el intento de ir al baño o avisar, usando refuerzo positivo como halagos y abrazos.
5. Involucra al niño:
Permite que el niño participe en el proceso, como ayudarse a limpiar o lavarse las manos después de cada uso del baño.
Que evitar:
Regaños y castigos: Esto genera miedo y ansiedad, lo que puede dificultar el control.
Presión excesiva: Cada niño tiene su propio ritmo de desarrollo; no compares su progreso con otros niños.
Doble mensaje: Evita contradicciones en la forma de enseñar el proceso.
Dejar al niño sentado mucho tiempo: No lo mantengas en el inodoro más de tres minutos.
Recuerda que el control de esfínteres es un proceso diferente para cada niño y niña, y requiere de mucha paciencia, amor y trabajo constante. Te dejamos el siguiente video para conocer más sobre este tema:
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